La escoliosis congénita es una condición en la que aparece una curvatura lateral anormal de la columna vertebral en niños recién nacidos. Ocurre debido a problemas con el desarrollo de las vértebras durante el desarrollo fetal temprano (entre las semanas 4 y 8). Este desarrollo anormal puede llevar a la formación incompleta o falla de separación de una o más vértebras, resultando en escoliosis congénita. A menudo, puede haber anormalidades acompañantes en la médula espinal (41%), el corazón (7-12%) o los riñones (20%).
En la clasificación de la escoliosis, la escoliosis congénita es el segundo tipo más común después de la escoliosis idiopática, con una frecuencia de aproximadamente 1-4% en la población general.
Varios factores pueden contribuir a la escoliosis congénita, incluyendo infecciones durante el embarazo, deficiencias de vitaminas y minerales, diabetes materna, enfermedades cardíacas, hipertermia, consumo de alcohol y envenenamiento por ácido valproico. Además, la escoliosis congénita puede estar asociada con otras enfermedades congénitas.
Los defectos estructurales juegan un papel significativo en la causa de la escoliosis congénita. Por ejemplo, una media vértebra en forma de pirámide entre otras vértebras puede hacer que la columna se doble y forme escoliosis. Problemas en la caja torácica, donde las costillas se unen entre sí, también pueden llevar al crecimiento asimétrico de la columna vertebral y a la escoliosis congénita.
El diagnóstico temprano es crucial ya que la escoliosis congénita tiende a ser progresiva. Los padres deben consultar a un médico si notan alguna diferencia en el cuello, la espalda o la cintura del bebé. El tratamiento oportuno durante las primeras edades puede requerir intervención quirúrgica.
El monitoreo de las curvaturas es esencial para el éxito de la terapia. El enfoque del tratamiento depende de factores como el grado y la ubicación de la curvatura, la edad del paciente y la presencia de cifosis o lordosis acompañantes. El monitoreo regular, incluyendo las imágenes de rayos X, ayuda a seguir la progresión y permite una intervención oportuna si es necesario.
Para los pacientes con escoliosis congénita con curvaturas largas que abarcan una gran sección de la columna vertebral, el tratamiento con brace puede ser beneficioso, especialmente para tratar las curvaturas secundarias. Sin embargo, el tratamiento con brace generalmente es menos exitoso para las curvaturas cortas e inflexibles.
En casos progresivos, el tratamiento quirúrgico es el método más aplicado. Las opciones quirúrgicas incluyen la resección de hemivértebras, el control de la curvatura usando barras de crecimiento, la fusión espinal y la cirugía VEPTR (Costilla Protésica de Titanio Expandible Vertical).
La resección de hemivértebras implica eliminar quirúrgicamente la hemivértebra incompleta responsable de causar la escoliosis congénita, previniendo la curvatura adicional.
Usando barras de crecimiento colocadas entre los extremos superior e inferior de la curvatura de la escoliosis, se puede lograr la corrección sin la fusión espinal. Estas barras se alargan periódicamente, permitiendo una corrección y crecimiento adecuados hasta la edad adulta. Una técnica más nueva implica barras de crecimiento magnéticamente, lo que reduce la necesidad de cirugías repetidas.
La fusión espinal, por otro lado, implica la fusión de las vértebras para mantener la corrección. Esta opción es más adecuada para los jóvenes pacientes con un desarrollo espinal completo o adultos.
Para los pacientes con escoliosis y anomalías en las costillas, la cirugía VEPTR tiene como objetivo corregir la escoliosis y expandir la caja torácica, evitando fallos pulmonares. La caja torácica se expande y se realiza una cirugía de fusión espinal al final de la adolescencia una vez que se logra un volumen suficiente de la caja torácica.
En conclusión, la escoliosis congénita requiere un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado basado en la edad del paciente y la progresión de la curvatura. El monitoreo regular es vital para asegurar los mejores resultados posibles y prevenir complicaciones adicionales.
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