Un canal radicular es un tratamiento dental destinado a eliminar la pulpa infectada o inflamada, salvando el diente de una extracción completa. En la mayoría de los casos, alrededor del 90-95%, este procedimiento restaura con éxito la función normal del diente.
El tratamiento de conducto radicular es un procedimiento dental en el que la pulpa, situada dentro de la cavidad hueca del diente que se extiende desde su corona hasta el final de la raíz, se extrae.
A pesar de esta extracción, el diente permanece intacto debido a la sustancia tipo cemento que recubre su raíz, anclándola a la mandíbula.
Un diente consta de un exterior duro de esmalte, una capa más suave de dentina debajo, y en su núcleo, la pulpa. Esta pulpa contiene tejidos, nervios y vasos sanguíneos que nutren el diente durante su fase de crecimiento y desarrollo.
Sin embargo, una vez que el diente alcanza la madurez, puede obtener nutrientes de los tejidos cercanos. Como resultado, si la pulpa se compromete o presenta problemas de salud, puede ser extraída de manera segura.
Varios factores pueden dar lugar a infecciones de la pulpa, que incluyen:
Considera los siguientes síntomas como posibles indicadores para el tratamiento de conducto:
La endodoncia es un tratamiento integral. A su llegada a la clínica dental en Türkiye, el dentista realizará una evaluación inicial. También se puede tomar una radiografía específica para el canal radicular.
Esta radiografía ayuda a revelar la pulpa afectada y proporciona una estimación del material de relleno requerido. El proceso de tratamiento de endodoncia incluye los siguientes pasos:
La duración del procedimiento puede variar entre 30 minutos hasta una hora, dependiendo de la complejidad del diente, dado el número variable de raíces. Mientras que algunos casos pueden resolverse en una sola sesión, a menudo se requieren 2 o más visitas.
En casos con múltiples visitas, el dentista realiza una limpieza adicional durante la cita subsiguiente, sellando el diente temporalmente en el intermedio.
Las muelas, por ejemplo, podrían requerir sesiones extendidas ya que suelen poseer tres raíces, cada una con múltiples canales.
Cada cita está diseñada para ser exhaustiva, generalmente durando aproximadamente la misma duración.
Después del tratamiento, es común experimentar sensibilidad en la región afectada durante algunos días.
Tu dentista puede recomendar analgésicos para aliviar cualquier incomodidad. En ciertas situaciones, se podrían prescribir antibióticos.
Típicamente, el período de recuperación de un conducto radicular es breve, con la mayoría de los síntomas desapareciendo dentro de días.
Con el cuidado adecuado, los beneficios de un conducto radicular pueden ser duraderos. Según datos del NHS, en el 90% de los casos, el diente tratado perdura hasta diez años después del procedimiento.
Después de tu procedimiento de conducto radicular, debes evitar comer hasta que desaparezca la sensación de adormecimiento para prevenir una mordida accidental de tus mejillas o lengua.
Cuando comas, trata de masticar del lado opuesto al área tratada y opta por alimentos más suaves.
El mantenimiento de una higiene bucal óptima es esencial después del procedimiento. Esto incluye cepillado, uso de hilo dental y enjuague bucal antiséptico.
Dado que el nervio dentro del diente tratado ha sido removido, es posible que no notes si se inicia una infección. Por lo tanto, mantener un cuidado dental consistente y chequeos regulares son vitales para detectar posibles problemas a tiempo.
Se recomienda evitar fumar ya que puede dificultar el proceso de curación. Además, evita los alimentos azucarados, pegajosos y ácidos que podrían poner en peligro tu salud dental.
Todos los procedimientos incluyen: Tratamiento, medicación postoperatoria, consulta pre y post, pruebas y análisis.
El costo de las operaciones puede variar dependiendo del tipo de procedimiento realizado y cualquier tratamiento adicional que pueda agregarse.
Los precios están aumentando constantemente, pero no te preocupes, haz un depósito de $100 ahora mismo y haz tu reserva.