En la mayoría de los casos, alrededor del 90% de los pacientes con escoliosis tienen una curvatura de bajo grado que no requiere terapia inmediata. Sin embargo, las radiografías periódicas durante la adolescencia son esenciales para monitorear cualquier aumento en la curvatura de la escoliosis. Si hay progresión, la terapia debe planificarse en consecuencia.
Varios factores juegan un papel importante en la determinación de la terapia escoliosis apropiada:
Hay tres opciones principales para la terapia de escoliosis: monitoreo, uso de corsés y cirugía.
Al planificar la terapia para niños, la severidad y la ubicación de la curvatura de la escoliosis son factores cruciales. La edad del niño y el potencial para el crecimiento de la columna vertebral también juegan un papel en la decisión del tratamiento más apropiado. Un médico experimentado puede predecir el curso de la escoliosis y recomendar terapias adecuadas adaptadas a las necesidades del paciente.
El éxito del uso de corsés está influenciado por:
La elección del corsé para la escoliosis depende de varios factores, incluyendo la ubicación, la flexibilidad y el número de curvaturas, así como la salud general del paciente. Los corsés pueden ser rígidos (plástico) o suaves (elásticos), y cada corsé se personaliza para el paciente individual para proporcionar la mejor presión correctiva en la escoliosis.
Los estudios han demostrado que el tratamiento con corsés tiene éxito en la prevención de la progresión de la curvatura de la escoliosis a un nivel que requeriría cirugía. La curvatura generalmente disminuye mientras se usa el corsé y puede permanecer reducida o estable después de que se completa el crecimiento espinal. Sin embargo, algunos pacientes pueden experimentar progresión de la escoliosis a pesar del tratamiento con corsés.
El tratamiento con corsés debe continuar hasta que se complete el crecimiento espinal del paciente. La duración puede variar dependiendo del paciente individual, y el seguimiento regular por parte del médico es esencial, generalmente una vez cada 4-6 meses.
Muchos factores influyen en el tipo de corsé que un paciente debería usar. Mientras que la mayoría de los corsés se usan de 16-23 horas al día, algunos solo se usan durante el sueño nocturno.
El fracaso en el uso de un corsé recomendado puede resultar en la progresión de la escoliosis, lo que podría llevar a la necesidad de una intervención quirúrgica.
Varios factores juegan un papel en la decisión de si es necesario la cirugía, incluyendo la ubicación y el tamaño de la curvatura de la escoliosis, la presencia de cifosis acompañante, dolor, potencial restante para el crecimiento, y otros factores individuales del paciente.
Los pacientes que están considerando la cirugía deben discutir varios aspectos con su médico, incluyendo:
Sí, fumar puede retrasar la curación de tejidos, lo que podría llevar a un fracaso en la fusión. Por lo tanto, es esencial dejar de fumar antes de someterse a la cirugía de escoliosis.
Los implantes metálicos utilizados en la cirugía de escoliosis no pueden oxidarse ni ser rechazados por el cuerpo.
Los pacientes diagnosticados con escoliosis antes de los 10 años y con un ángulo de Cobb de más de 35 grados pueden experimentar progresión si no se tratan. En pacientes adultos, la escoliosis puede progresar a una tasa de 1-1.5 grados por año para ángulos mayores de 50, pero típicamente no para ángulos menores de 30.
Vea las transformaciones en nuestras fotos de antes y después de los pacientes.
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